El objetivo es que asocie el transportín con experiencias positivas y se acostumbre a entrar en él voluntariamente.
El transportín
- Escoge un transportín amplio y estable, adecuado al tamaño de tu gato para que se pueda recolocar a gusto.
- Fácil de desmontar y limpiar.
- Con aperturas para que le entre aire, le podamos ver y darle premios.
- Preferiblemente que también tenga apertura por arriba para acceder a él más fácilmente.
Cómo acostumbrarle al transportín
- Primero trabajaremos con el transportín destapado, sólo con la parte de abajo.
- Coloca dentro del transpotín algún tejido suave (manta, cojín, ropa) que el gato ya conozca. Su olor familiar hará que se sienta más seguro.
- Ubica el transportín con la puerta abierta en una habitación de la casa en la que el gato pase mucho tiempo, de esta manera se convertirá en un objeto conocido y familiar para él.
- Deja golosinas o juguetes dentro para animarle a entrar. Es probable que lo primero que percibas es que algunos juguetes están a veces dentro y a veces fuera del transportín.
- Pueden ser necesarios varios días, incluso semanas, para que el gato empieze a sentirse cómodo y comience a utilizarlo. Ten paciencia, mantén la calma y premia siempre las conductas deseadas.
Cuando lleves a tu gato de viaje o a la consulta del veterinario
- Quince minutos antes de introducir a tu gato, pulveriza con feromonas el interior del transportín: en las esquinas, techo y suelo.
- Procura no alimentar a tu gato durante las 6 horas previas al viaje para evitar los vómitos.
- Si vas en coche, asegúralo con el cinturón para evitar el balanceo.
- Cubre el transportín con una manta o toalla, pulverizándola con feromonas previamente.
- De esta manera conseguirás que los traslados sean una experiencia más placentera para los dos.
Mientras estéis en la consulta del veterinario
- Tan pronto como llegues a la consulta, explica al personal del centro cuál es el comportamiento habitual de tu gato en espacios nuevos o poco conocidos para él.
- ientras estéis en la recepción, no dejes el transportín el el suelo. Mejor mantenlo en un sitio elevado, como encima de una silla o siéntate tu y pon el transportín sobre tus rodillas.
- Evita que otros animales o personas se acerquen a su transportín a curiosear.
- No saques a tu gato del transportín hasta que te lo indique el veterinario o el personal auxiliar.
- Sí el veterinario te pide que sujetes a tu gato, sigue sus indicaciones y evita movimientos bruscos que puedan asustarlo.
- Puede ser que el veterinario te pida que no toques ni interacciones con tu gato, o incluso que te esperes en recepción mientras lo atienden. No te preocupes, sólo lo hacen por tu seguridad y la de tu mascota.
Parte de la información de este artículo está extraída de la Guía de Consejos – Enriquecimiento ambiental de Ceva Cat Expertise.